lunes, 30 de marzo de 2015

El mito de la caverna

Me parece interesante interpretar el mito de la caverna desde una perspectiva kantiana, distinta a la de su autor original.
Por ejemplo, para Kant la luz del sol y las cosas tal y como son, es decir, lo que conocemos se correspondería con el fenómeno, compuesto por el sujeto en base a los datos que le proporcionan los sentidos, es decir, las sensaciones y las formas a priori del conocimiento. Así, el único conocimiento verdadero sería las matemáticas y la física, con sus juicios sintéticos a priori. Esto contrasta con la perspectiva de Platón, que opinaba que el verdadero conocimiento provenía de la dialéctica y la práctica de la filosofía y que se obtenía completamente al margen de los sentidos. Sin embargo esto llama la atención si lo comparamos con la opinión de Kant, que nos dice que es imposible llegar a conocer la cosa en sí o nóumeno, que solo podemos conocer el fenómeno.
Sin embargo para Kant lo que hay en el interior de la caverna podría corresponderse con la metafísica, que es imposible que sea una ciencia pero que sí es una ilusión trascendental, es decir, inevitable en el ser humano, aunque para Platón esto se correspondería con la física y el conocimiento que obtenemos a partir de los sentidos. Y las sombras y objetos para Kant podrían ser el nóumeno, que puede ser pensado pero no conocido y por tanto solo podemos especular sobre su naturaleza.
Al hablar del modo en que se produce el conocimiento válido Kant nos dice que el conocimiento científico se basa en los juicios sintéticos a priori, que se dan en las matemáticas y en la física, ya que los juicios analíticos a priori, propios de la lógica, son meras tautologías y los juicios sintéticos a posteriori son contingentes. Y los juicios sintéticos a priori se forman por la combinación de las formas a priori del conocimiento con las sensaciones, de modo que el conocimiento está basado en la experiencia. Sin embargo en el mito de la caverna Platón dice que el conocimiento consiste en enseñar a la gente a ver las ideas, completamente a priori es decir, independientemente de la experiencia y en un mundo distinto, el eidético. Está claro que estas dos diferentes concepciones del conocimiento son muy distintas, sin embargo ambas asignan un papel a la mente humana en el conocimiento, en el caso de Kant de nuestra condición humana salen las formas a priori de la sensibilidad, espacio y tiempo, comunes a todos los seres humanos y los conceptos o categorías, y en el caso de Platón la mente, que se correspondería con el alma es la que tiene todos los conocimientos debido a que pertenece al mundo de las ideas.
Está claro que la percepción del conocimiento cambio mucho de uno a otro, puede que por la sociedad en la que vivían, un aspecto que me resulta curioso es que, en el mito de la caverna, desde una perspectiva platónica es el filósofo quien libera al prisionero y le ayuda a alcanzar la verdad, mientras que desde la perspectiva kantiana podría decirse que el propio Platón es en realidad el prisionero, contemplando las sombras, que serían la metafísica, sin darse cuenta de que no es ni puede ser conocimiento verdadero porque no poseemos impresiones sensibles sobre ella.