miércoles, 25 de febrero de 2015

La ética de Hume

Hume, además de ser un importante filósofo empirista también tenía una interesante teoría ética, que rompe con la concepción tradicional, que insistía en basar lo que es correcto en la razón, como hicieron Platón, que decía que la virtud coincidía con el conocimiento, o Aristóteles, que decía que la virtud era el justo medio marcado por la razón, o Descartes, que nos ofrecía unas normas morales para guiarnos en la vida, que había formulado empleando la razón para ayudarnos a llevar una vida lo más cómoda posible.
Para Hume la existencia de la moral es una cuestión de hecho, es algo que se observa constantemente en todos los seres humanos en sus reacciones frente a los actos que se llevan a cabo. Sin embargo la moralidad no depende de la razón, ya que si lo hiciera las distinciones morales, lo que hace que una acción nos parezca buena o mala se trataría o bien de una cuestión de hecho o bien de una relación entre ideas. No obstante vemos que no es así, cuando analizamos las acciones sobre las que vamos a emitir un juicio moral lo "bueno" y lo "malo" no son impresiones que nos provoquen los objetos, por lo que no se trata de una cuestión de hecho, y tampoco se trata de una relación entre ideas ya que solamente se aplica cuando el acto ha sido realizado por un ser humano, si no ha sucedido por acción humana entonces no se realiza un juicio moral, y si la moralidad se tratase de una relación entre ideas entonces tendríamos que percibirla en todos los actos y no solo en los realizados por seres humanos.
Además, hay que tener en cuenta que no podemos deducir ningún juicio moral a partir del análisis y la observación de hechos ya que no se puede deducir lo que debería ser a partir de lo que es, puesto que se trata de sentimientos.
Consideramos que algo es bueno o malo en función de los sentimientos que nos produce como seres humanos que somos. Estos sentimientos tienen cierta regularidad, es decir, las acciones que nos causan un placer moral deben tener determinadas características, que son las mismas para todos los seres humanos, evitando así el relativismo moral. Hume considera que la utilidad es una de las principales características que deben tener las acciones para considerarlas admirables, ya que se encuentra en la base de todo lo que consideramos bueno. Se trataría de la utilidad para la sociedad, no para un individuo concreto ya que nunca podremos ser verdaderamente felices si los que nos rodean no lo son.
Sin embargo esto no quiere decir que todos vayamos a estar de acuerdo ya que alguien puede equivocarse en su valoración al faltar elementos a considerar, o al tener una educación moral deficiente o al sufrir alguna patología.
En definitiva, para Hume la moralidad es una cuestión de sentimientos, las acciones son buenas o malas en función de los sentimientos que provoquen en nosotros, que suelen ser los mismos en todas las personas, y suelen basarse en la utilidad que pueda tener una determinada acción para la sociedad.

martes, 24 de febrero de 2015

Relaciones entre el cuerpo y el alma

Descartes, el fundador del racionalismo, no tiene una explicación satisfactoria sobre las relaciones del cuerpo y el alma. Él afirma que el alma influye sobre el cuerpo a través de la glándula pineal, pero que se trata de dos sustancias separadas, res cogitans y res extensa, que no tienen nada que ver entre sí. Esta explicación no es satisfactoria porque el yo, el alma es inmaterial y no puede comunicarse con algo material a través de un comunicador que también es material.
Otros racionalistas han propuesto otras soluciones a este problema.
Por ejemplo, Malebranche fue un filósofo que trató de hacer una síntesis de las teorías racionalistas y agustinistas. Para él Dios es la causa de todo lo que sucede en el mundo, y todas las cosas que llamamos causas son solo ocasiones. Por tanto el cuerpo y el alma son dos sustancias inconexas e independientes, que solo se relacionan gracias a Dios, que es quien nos da el conocimiento, ya que al no haber contacto entre la mente y el cuerpo no podríamos conocer nada. Las cosas se conocerían siendo "vistas en Dios". Hay que tener en cuenta que esta es una idea sacada del agustinismo, que nos dice que conocer consiste en ver las ideas en la mente de Dios, afirmación de clara resonancia platónica, solo que cambiando el mundo eidético por la mente de Dios.
Otro filósofo racionalista que también ofrece una explicación a estas relaciones es Spinoza. Para él el cuerpo y el alma son partes de una misma entidad: el ser humano, ya que la única sustancia verdaderamente existente sería Dios y el resto de cosas no serían más que atributos, incluyendo el cuerpo y el alma que actuarían de forma paralela e interactiva.
También nos da una explicación Leibniz, que opina que Dios hace haya una armonía preestablecida entre el cuerpo y el alma, como si fuesen dos relojes sincronizados pero sin influir el uno sobre el otro. Dios ha "programado" el cuerpo de tal manera que va a realizar todos los movimientos que quiera realizar el alma a lo largo de la vida, sin posibilidad de cambiarlos.